miércoles, 14 de mayo de 2008

viernes, 21 de marzo de 2008

El primer bolo es como el primer polvo

"El primer bolo es como el primer polvo, a fuego queda marcado en tu memoria, aunque haya sido un desastre como todos." Que frase tan buena. Aunque yo lo asemejaría más bien a una droga. Al principio un poco de miedo, después un subidón gigantesco, y al final ganas de más y te quedas ahí mirando con cara de tonto y deseando volver media hora atrás para volver a empezar.

Salió bien, bastante mejor de lo que cabía esperar. A la gente le encantó y yo me lo pase de puta madre. Nos invitaron a tocar al día siguiente, pero desgraciadamente no pudimos. Estamos preparando el regreso, en el último trimestre trataremos de dar un par de bolos en el insti y en algún sitio más. Un saludo aquí os dejo las grabaciones son un poco malas de sonido pero es lo que hay.

Californication:


London´s Burning:


God save the Queen:


Hachís:

viernes, 14 de marzo de 2008

"El Concierto: London´s burning!"

¡Hola, hola de nuevo! Vuelvo a escribir (esperemos que con regularidad) para anunciaros un pequeño bolo que vamos a dar el grupo Punk Gorila (el nombre no es muy bueno pero lo tuvimos que pensar en el último momento jajaja). Pues eso, el Martes 18 a las 9:00 (de la mañana, conste) en el Salón de Actos del instituto y en homenaje al lider de The Clash "El Concierto". Es la primera vez que voy a tocar en público y solo vamos a ensallar dos dias... no me hago responsable de lo que pueda pasar. Dicho esto, pasaros que van a ser solo dos o tres versiones de punk y vamos a ir disfrazados.





Un video de The Clash:

lunes, 28 de enero de 2008

La eternidad

La eternidad, si recuerdo algo a la perfección de las noches de mi infancia es eso. Por aquel entonces (ocho o nueve años) yo iba a catequesis donde me dejaron el cerebro como los chorros del oro. La eternidad, ¿y bien?¿qué es la eternidad?, para mi en aquellos años era un sufrimiento pensar en el solo hecho de morirme, me causaba terror. Y no me estoy refiriendo a esa eternidad completa de horrores y dolor en el Infierno, no. Me refiero a esa eternidad de los angelitos, los verdes prados, y de la gente vestida con túnicas blancas y con un aura dorada rodeándoles, esa eternidad en la que San Pedro cual portero de discoteca te espera con un manojo de llaves.

La idea de ir al Infierno no me preocupaba, era bueno, sabía que no iba a ir. Pero aun así me imaginaba con ochenta años jugando al billar con Napoleón. Se sentirá orgullosa la religión, mis crisis de ansiedad eran continuadas cuando llegaba la hora de irme a la cama. Me tumbaba y pensaba, "y bien, ya estamos aquí, ¿qué pasará cuando muera?" un día y otro día y otro más, ¡hasta los cojones de jugar al billar con Napoleón! y así durante... durante toda la eternidad. Esa palabra, eternidad, me producía tal vértigo, era una sensación parecida a cuando vas en una montaña rusa, y subes y subes y de repente te paras arriba sin poder vislumbrar lo que hay abajo y caes a plomo.

Por una parte acabé odiando la religión, todas y cada una de ellas, pensaba en el budismo, y aunque a primera vista el reencarnarse una y otra vez me parecía lo mejor cuando vi en una película o leí (ya no lo recuerdo, fue hace bastantes años aunque creo que fue en Siddhartha) que un hombre le decía a otro "pero es fantástico poder reencarnarte una y otra vez", a lo que el otro le contestaba "¿fantástico?, es la mayor maldición, sufrir eternamente las desgracias y penurias de la vida terrenal" Y desde aquel entonces supe que todas y cada una de las religiones eran una mierda.

A partir de ese momento comencé un proceso involuntario y progresivo de limpieza de creencia religiosas. La religión solo consiguió asustarme, meterme en el cuerpo la idea de eternidad. La idea de Infierno me la pelaba, yo era bueno, y era bueno porque quería, no porque la religión me lo exigiese utilizando métodos represores. Soy bueno, pero lo soy porque sé que hay que serlo. No me importa la homosexualidad, el aborto, no me importa nada, cada cual intenta ser bueno, yo lo soy. Ya no tengo miedo a la eternidad, no creo en la religión.

lunes, 7 de enero de 2008

Consumete (el consumo te consume)

Menos mal que termina ya la Navidad, el afán consumista ya me estaba consumiendo. Con decir que he ido a comprar el pan (en vez de mandar a mis padres a donde ellos saben) solo por el mero hecho de entregar dinero y recibir a cambio un producto, ¡demuestra lo grave de la situación!


Desgraciadamente empieza el instituto, pero por fin podré ver los anuncios sin tragarme un solo spot de colonias, ¿por qué todo el mundo regalará colonias en Navidad? ¿Solo hay que oler bien en estas fechas? para mi lo único que se desea es tapar ese hedor de la sociedad consumista.


"La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco nos hemos dado cuenta y estamos, muy, muy enojados."

Tyler Durden (gracias Hugo)

Creo que me estoy trastornando, he visto estas navidades tantas películas de gangster que me está pareciendo revivir al Quijote, pero en el siglo XXI y con mafiosos en vez de caballeros.

Hace dos años, Minguez me recomendó una canción. Extrañamente y aun cambiando mis gustos musicales, esa canción vuelve de vez en cuando e inmutable al reproductor del ordenador. Es la canción de mi vida, una y otra vez se repite...

miércoles, 2 de enero de 2008

Escribir con regularidad.

Si bien soy una persona bastante infrecuente en lo que al trabajo se refiere, estuve escribiendo (en mayor o menor medida) artículos para este blog desde... Julio si no me equivoco. En cuanto algo se me hace rutinario lo aparto por un tiempo, me gusta cambiar de actividades. Quizás por eso este último mes no he escrito demasiado (nada más bien), pero a eso también tenemos que añadir los tres costipados que he cogido desde que escribí el último post (ahí se empezó a gestar el primero), hasta apenas un día antes de noche vieja. Haré un breve resumen de lo que ha sido este último mes.

La mayor parte de los días, unos diez o doce para ser exactos me los he pasado en la cama y sofá. Y contando con que los resfriados me han surgido antes y durante el puente de la constitución, en la última semana de clase (donde no se trabaja nada) y unos días antes de noche vieja, puedo afirmar con total convicción que Dios al igual que Ursino es facha, y además me odia (Ursino, ya sé que tu no me odias). No me quedó ninguna.

Noche Vieja fue... corta, y no del todo como yo la hubiera deseado. No tengo ninguna duda en que la del año pasado fue mejor, pero aun así esta no estuvo mal. Largas colas para entrar a Aixa, largas colas para pedirte una copa, largas colas para dejar el abrigo, largas colas para recuperar el abrigo, largas colas para todo. El pedo no me lo quitó nadie, ni el ya clásico puro. Por lo demás bailé bastante, mejor música que el año pasado, más variedad de estilos. Lo más divertido de toda la noche, el viaje en autobús. No me paré de reír ni un solo instante. Intentaré volver a escribir con regularidad, si se puede.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Manchester United

Desde hace un par de meses Petón, un comentarista de la SER viene relatando una serie de historias sobre fútbol. Hace ya algún tiempo escuche una que concernía al Manchester United, y por más que he buscado no la he encontrado, así que tendré que escribirla yo. No soy un gran redactor, pero ahí va:

Era una heladora noche de Febrero de 1958, el Manchester acababa de empatar contra el Estrella Roja de Belgrado 3-3 y se clasificaba por un 5-4 en el global, lo que le dejaba en semifinales de la Champions, que por aquel entonces era un trofeo cuya hegemonía pertenecía al Real Madrid de Di Stéfano y Paco Gento. Toda la plantilla de los reds esperaba al completo en el avión, menos el jugador Johnny Berry que no encontraba su pasaporte. Finalmente el vuelo 609 despegó del aeropuerto de Belgrado, el plan era realizar un repostaje en la ciudad de Munich.




El día era especialmente frío, y la niebla inundaba todo el aeropuerto de Munich. El viento golpeaba el avión duramente cual lata empujada por el aire. Tras varios intentos el capitán James Thain consiguió despegar. Ganaron cierta altura hasta que el viento y la espesa niebla hicieron que el capitán perdiera el control del avión estrellándose este en un campo colindante.

El jovencisimo Duncan Edwards, considerado la mayor promesa del fútbol inglés murió por las heridas producidas por el accidente; ya en sus últimos momentos pronunció las siguientes palabras: "¿A qué hora es el partido contra los Wolves? Ese no me lo quiero perder de ninguna forma". También murió el capitán de los reds Roger Byrne, al igual que los jugadores Tommy, Jones, David Pegg, Geoff, Eddie Colman y Billy Whelan. También murió gran parte del cuerpo técnico, masajistas, preparadores físicos...





Desaparecía así, la que muchos denominaron la mejor generación del fútbol inglés, y del Manchester United. Una generación de jóvenes futbolistas, que probablemente habrían dado las mayores alegrías a los de Old Trafford.

Pero el equipo se reconstruyó. Bobby Charlton superviviente del accidente se convirtió en el mejor jugador inglés de todos los tiempos, mejor jugador del Manchester United, el que dio el nombre de Teatro de los Sueños al mítico Old Trafford. Tardó mucho tiempo, diez años concretamente antes de que el Manchester llegase a la final de la Copa de Campeones.

Bobby Charlton por aquel entonces ya se había convertido en todo un veterano capitán del Manchester United. Era 1968 y el Manchester se encontraba en la final, que jugaría contra el Benfica de Eusebio. El partido fue una lucha sin cuartel, en la cual Bobby Charlton corrió freneticamente más allá de los limites del cuerpo humano. Y efectivamente Bobby marcó, marcó dos goles que hicieron que la nueva hornada de jugadores del United ganase esa final 4-1 al Benfica, diez años después.



Ya en el hotel los jugadores se disponían a realizar la celebración del titulo, pero Bobby Charlton que apenas podía moverse por el tremendo sobre esfuerzo físico, se quedó en su habitación. Quizás años después se arrepintiera de no haberlo celebrado, pero Bobby Charlton comprendió que esa copa no era suya, pertenecía a todos sus compañeros muertos en aquella fatídica noche de Febrero.