jueves, 30 de agosto de 2007

Bandalismo en Candeleda

Desfase, esa palabra define toda nuestra estancia en este bonito pueblo abulense. Nos echamos unos amigos catalanes, muy majetes, estaban como las putas cabras. La mañana del Sabado se fueron a montar un burro que había en una tierra, estuvieron robando unas cañas de pescar, vamos lo típico.

Cayeron dos tormentazas acojonantes, la tarde y la noche del Sabado. Todos en los servicios y mientras Pozo en la tienda intentando "salvar los muebles", con sus botas puestas, sentado en la sillita, vaya estampa...

Las noches bien, bastante bien. La del Viernes estuvimos de botellón en el campin, luego empezó a cantar un menda y estuvimos bailando. Hasta que cantó la de Paquito el Chocolatero, eso ya fue la voragine. Luego fuimos al pueblo, tardamos una hora en llegar, porque cada dos por tres nos parabamos, y luego estuvimos dandonos unos voltios, viendo al perro Juan (dedicado a Hugo), pidiendo lomo a unos tios, etc...







La noche del Sábado, como ya he dicho, cayó una gorda, yo ya estaba montado en la barca por si teniamos que salir remando. Pero a eso de las... no recuerdo que hora sería nos fuimos para el pueblo con la negrita y la ginebra. Fuimos bebiendo por el camino la ginebra porque teniamos tónica, poca, pero teniamos. Llegamos al pueblo en debil estado de embriaguez, y entramos a ver a los catalanes y a Luna que estaban en un garito, no había mucho ambiente, al menos ambiente de nuestra edad, o de la de nuestros padres, a partir de los 60 si que había gente. Asique fuimos al Huevo (garito que recordabamos todos) nos pedimos unas copas y nos fuimos. Y fuimos a por la botella de Negrita, pero ¡oh! no horror, no tenemos Coca-Cola, en estas encontramos a David, y la buena persona de él nos da una Coca-Cola. Nos lleva a su casa a por ella, y yo "olle David, esas plantas de la puerta, se van a secar", responde "¿y eso?", "na´ tio, el Marcos y yo, que meamos ahí ayer". Vamos a la plaza del ayuntamiento, ya con la Coca-Cola.

Ya habiamos estado maquinando el plan, cerca de esa plaza había una especie de patio, donde guardaban bebidas, pero nos daba un poco de palo saltar a por ellas. Por lo visto a los amigos de David no les daba palo, porque llegaron con cajas de botellines, Coca-colas, Sprites, Fantas, etc. Nos las estuvimos bebiendo y tal, armando bronca (ellos tiraban los botellines contra las casas). De repente aparece la Guardia Civil, todos echando patas, y va un notas de los amigos del David y le tira un botellin al coche, yo empecé a callejear. Marcos y yo llegamos a un callejón sin salida, "bua tio vamonos que parece que ya no vienen", salimos del callejón y pasa el coche patrulla; el callejón estaba tapado por una tapia de unos dos metros, dos metros y medio, mientras Marcos intentaba saltarle yo le salto por encima y caigo de bruces en un descampado o un patio oscuro, me pego una ostia gigante en la pierna, y de repente viene el amigo loco del David, "tio saliros de ahí que como vengan no hay escapatoria", al final salimos, nos damos un par de pistos, y cuando se tranquilizan las cosas tiramos para el campin. Una noche digna de recordar, al igual que todo el fin de semana.

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